Evo Morales y el MAS consiguen una victoria aplastante y los dos tercios de la Asamblea

Katu Arkonada

El MAS ha ganado las elecciones con un porcentaje del 63% a falta del recuento oficial por parte de la Corte Nacional Electoral. La votación, realizada en todo el territorio boliviano además de nueve ciudades en Argentina, Brasil, Estados Unidos y Estado Español, transcurrió con normalidad. En estos momentos el MAS contaría con 25 de los 36 senadores de la Asamblea Legislativa Plurinacional, lo que le otorga no solo la mayoría absoluta, sino dos tercios del ente legislativo.

Triunfo Abrumador

En unas elecciones con una altísima presencia de observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos (OEA), Naciones Unidas, Unión Europea, Mercosur o el Centro Carter entre otros, el resultado no deja lugar a dudas, aunque habrá que esperar un mínimo de 48 horas tras los comicios para conocer resultados definitivos. El MAS habría ganado las elecciones con un porcentaje en torno al 63%, que puede incrementarse cuando se contabilice al 100% el voto rural, y obtendría 25 de los 36 senadores y 90 de 130 diputados. La oposición queda representada por Manfred Reyes Villa y su Plan Progreso con unas cifras en torno a 40 puntos por debajo del MAS, un 24% con 11 senadores, y Unidad Nacional, que con cifras en torno al 8% no lograría ningún senador (el método aplicado en el reparto es la Ley d’Hont).

En el extranjero, el MAS ha ganado también con mayoría absoluta en los cuatro países en los que los residentes bolivianos podían ejercer su derecho al voto, Argentina, Brasil, Estados Unidos y Estado Español, siendo especialmente significativo el caso argentino, donde el 91% de los censados apoyaron a Evo Morales y el Movimiento al Socialismo.

La Bolivia autonómica y plurinacional ya es una realidad, el SI a la autonomía se impuso en los departamentos que quedaban por aprobarla, La Paz (79.6%), Potosí (73.9%), Chuquisaca (79%), Oruro (73%) y Cochabamba (76.8%). También el SI a la autonomía regional de la provincia tarijeña de Gran Chaco fue mayoritario con un 79.8%. Según nos informa el Ministerio de Autonomías la autonomía indígena habría sido aprobada en al menos 8 de los 12 municipios en los que se celebro un referéndum, aunque no hay datos oficiales todavía.

Departamento a departamento

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Si hacemos un primer análisis de los resultados en cada departamento, podemos observar un triunfo contundente en La Paz, Oruro y Potosí, con resultados por encima del 70% en los 3 departamentos y pleno en el número de senadores conseguidos, 4 de 4. Aquí se asienta la victoria del MAS en el conjunto de Bolivia, sin olvidar un departamento muy poblado como es Cochabamba, donde rozando el 70% se logran 3 de 4 senadores, quedando uno para el partido de Manfred Reyes Villa, quien fue alcalde y prefecto de Cochabamba y sigue manteniendo un voto fiel de entre el 20% y el 25%.

Quizás más destacable si cabe la victoria del MAS en dos departamentos que han sido plazas fuertes de la oposición en el pasado reciente, como Tarija y Chuquisaca, con porcentajes cercanos al 50%, que le otorgarían dos senadores en cada uno de los departamentos.

Y pese a la derrota en términos porcentuales, el MAS avanza notablemente en los departamentos de Santa Cruz, Pando y Beni, con incrementos en porcentaje de votos de hasta el 100% (Pando), o el 30% (Beni), que le sitúan empatado con el Plan Progreso en número de senadores, dos por departamento. En los tres departamentos el Movimiento al Socialismo ha tenido en torno a un 40% de los votos emitidos, quedándose muy cerca de los resultados de la derecha.

Intento de manipulación del sistema electoral

Y todo ello a pesar del último intento a la desesperada de la derecha por manipular el resultado electoral. Pocos días antes de las elecciones se presento una denuncia ante el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) y la Organización de Estados Americanos (OEA), acompaña de una grabación como prueba, en la que una voz, supuestamente del candidato opositor Manfred Reyes Villa, negociaba una manipulación de los sistemas informáticos de recuento para aumentar en un 21% los resultados de su candidatura, incluso especificando como en La Paz sería muy escandaloso y como sería mejor hacerlo en Santa Cruz y Cochabamba. Todo ello por 150 mil dólares si conseguía forzar una segunda vuelta electoral. Según corresponsales extranjeros acreditados en Bolivia que han entrevistado personalmente al candidato de la derecha, y a los que hemos consultado, la voz corresponde a la del candidato del Plan Progreso.

Somos MAS

Tras la victoria el domingo, hemos podido recoger las impresiones de Adolfo Mendoza, primer senador por Cochabamba, en las que subraya la figura en este proceso de cambio de los movimientos sociales, a quien califica de vanguardia, mientras que la clase media, urbana o los intelectuales, deben ser la retaguardia sobre la que se asiente el proceso de cambio.

Evo Morales, que viajó al Chapare para ser el primero en emitir su voto en el municipio cocalero de Villa Tunari, en el trópico cochabambino, y con quien pudimos compartir un almuerzo informal en la sede departamental del MAS de Cochabamba, se mostraba realmente optimista de los resultados finales. Ya por la noche, en una intervención desde el Palacio Quemado ante miles de personas que se agolpaban en la Plaza Murillo, dedico el triunfo a los pueblos y gobiernos antiimperialistas de la región, ratifico su compromiso con el proceso de cambio, proceso que necesita ser acelerado tras los dos tercios, y destacó la conciencia demostrada por los movimientos sociales, el liderazgo de la Coordinadora Nacional por el Cambio (CONALCAM) en el triunfo logrado, así como la incorporación de sectores de la clase media y profesionales a la Revolución Democrática y Cultural. Asimismo se comprometió a seguir trabajando con el pueblo como siempre, y pidió ser corregido si se equivocaba. También llamo a los sectores que habían votado por la oposición a sumarse al proceso.

Antecedentes históricos

En 1997 Evo Morales llego al Parlamento boliviano como diputado por Cochabamba con el 70% de los votos emitidos en su circunscripción, representando al MAS-IPSP, una alianza del Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos con la vieja sigla falangista del Movimiento al Socialismo. En aquella ocasión fueron 4 los diputados obtenidos, con un 3.9% de los votos totales.

Pero no es hasta 2002, fruto en parte de la Guerra del Agua de Cochabamba en el año 2000 y las luchas de los movimientos sociales y pueblos indígenas, cuando el MAS irrumpe con fuerza en el Parlamento, siendo el segundo partido más votado con el 20.9% de los votos (seguido muy de cerca por el NFR de Manfred Reyes). Este resultado le sirvió para alzarse con 27 diputados y 8 senadores.

Tras la Guerra del Gas y la masacre de El Alto en el año 2003, es en 2005 cuando el MAS gana las elecciones con el 53.7% de los votos emitidos, consiguiendo 72 diputados y 12 senadores, en una votación histórica con una participación sin precedentes del 85%.

Esta clara línea ascendente, que no se puede desligar de los ciclos de lucha vividos en Bolivia, se ha visto reflejada en estas elecciones con unos resultados que se pueden calificar de históricos.

¿Y ahora qué?

Tras las primeras elecciones realizadas en el marco de la Nueva Constitución Política del Estado, aprobada en enero del 2009 en referéndum, en la que se establece una democracia directa y participativa, representativa, y comunitaria, es tiempo de aprobar y desarrollar las nuevas leyes que permitan su desarrollo.

Entre las principales leyes que deberán ser aprobadas en el plazo máximo de 180 días desde la constitución de la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional destacan la Ley Marco de Autonomías y Descentralización, la Ley del Órgano Electoral (será el cuarto poder) y la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional. Además se calcula que harán falta otras cien leyes complementarias, que podríamos dividir en tres grandes ejes, plurinacionalidad, autonomía y el modelo económico productivo, que en palabras de Álvaro García Linera, recién reelegido como Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, son las que van a marcar la política boliviana de los próximos 20 años.

García Linera aseguraba también que estos resultados van a permitir que el gran salto industrial, el Estado social protector, y el despliegue de la descolonización y autonomía, sean más rápidos, contundentes y decididos. Por otro lado Evo Morales en rueda de prensa al día siguiente de ganar las elecciones, se ha marcado un reto, tras un año de marcado crecimiento de la economía boliviana y con el control de las dos cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional, el de atacar seriamente la pobreza en Bolivia.

Recién termina un capítulo de la historia política boliviana y con la próxima constitución de la Asamblea Plurinacional comienza otro que se extenderá hasta el año 2015, siendo especialmente significativa la próxima cita electoral del 4 de abril en la que serán elegidos prefectos y alcaldes, y el MAS, como prometía Evo Morales, podría convertir la media luna en una luna llena, despojando a la derecha de la prefectura y alcaldía de Santa Cruz, su principal bastión.

*Katu Arkonada es investigador y analista del centro boliviano CEADESC (Centro de Estudios Aplicados a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales)

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