Tercer encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo

Llegamos hasta aquí para gritar, junto con todos, los ya no, que nunca más un México sin nosotros”. Comandanta Ramona.

Los días 28, 29, 30 y 31 de diciembre se llevó a cabo en el Caracol de "La Garrucha" (antiguo Aguas- calientes), en Chiapas, el Tercer encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo. Este caracol se encuentra en una comunidad zapatista predominantemente tzeltal, donde quienes asistimos fuimos recibidos y acogidos como verdaderos hermanos de lucha.

El tercer encuentro estuvo dedicado al tema de las mujeres zapatistas, titulándose "La comandanta Ramona y las zapatistas", en referencia a la comandanta del EZLN muerta hace poco tiempo. En la entrada del caracol se leía que los hombres no podían oficiar en el encuentro de "relatores ni traductores", pero que sí podían "limpiar las letrinas, hacer la comida, cuidar a los niños". Y así fue, hasta bien entradas las primeras horas del 2008, entre bailes y enriquecedoras tertulias... y sin una gota de alcohol.

Será tal vez uno de los últimos encuentros de este tipo en varios años, donde las comunidades zapatistas buscan continuar el diálogo y aprendizaje mutuo con la "sociedad civil" y los pueblos de todas las latitudes del orbe. Tal y como lo expresara el Subcomandante Insurgente Marcos pocos días antes del Encuentro, en San Cristóbal de las Casas y en el marco de una serie de conferencias organizadas por el EZLN, para la lucha zapatista se abre un nuevo período caracterizado por la intensificación del hostigamiento militar y paramilitar en territorio rebelde, la puesta en marcha del Plan México durante el 2008 (un calco del Plan Colombia, con los mismos intereses yankees y proimperialistas y las mismas justificaciones: narcotráfico, control territorial, etc.) y la entrada en vigencia (desde el 1º de enero de este año) del capítulo sobre agroindustria del TLCAN, que impacta principalmente a los campesinos mexicanos de trigo y frijol.

Es este nuevo período el que ha requerido el repliegue del EZLN a sus cuarteles en la selva Lacandona.

Desde el 1º de enero de 1994, fecha histórica del levantamiento en varios municipios chiapanecos, la lucha zapatista ha ido ganando en adhesión nacional e internacional, pero ello no la ha eximido de sendas dificultades. Si el período que va del '94 al '95 puede ser caracterizado básicamente en torno a la lucha militar, el tramo de tiempo entre el '96 y el 2000 va a estar marcado por la búsqueda del diálogo con los gobernantes de México, en paralelo lo hacen con lo que denominan la "sociedad civil". El objetivo: que se cumplan los Acuerdos de San Andrés (elaborados por todos los sectores políticos y representantes indios en México).

La respuesta de los poderes de la Unión (ejecutivo, legislativo, judicial) fue taxativa. Después del despliegue zapatista "Marcha de los colores de la tierra", el sistema político mexicano no sólo rechazó los Acuerdos (que han sido consultados y aprobados por más de 5 millones de mexicanos), sino y sobre todo, la clase política mexicana desaprovechó una oportunidad histórica para avanzar en resolver los problemas de los pueblos indígenas y dar un ejemplo al mundo en la materia, traicionando con ello a estos pueblos y sus intenciones de diálogo. Desde ese momento, el EZLN abre un nuevo período en donde, según sus propias palabras, buscan "ejercer (y ya no demandar) los derechos reflejados en los Acuerdos de San Andrés", dejando definitivamente de lado las negociaciones con una clase política completamente corrupta, sin moral y cuya palabra carece de valor.

Como dijo en ese momento el Comandante Tacho: "Los tres principales partidos políticos de México, que son el PAN, el PRI y el PRD, se burlaron de todos los pueblos indios de México, de todo el pueblo que apoyó el reconocimiento de nuestros derechos y de la gente de todo el mundo que también los apoyaba... los tres poderes de la Unión: el ejecutivo, el legislativo y el judicial, se negaron a la solución política y pacífica a las demandas de los pueblos indios de México".

Desde ese momento, la lucha zapatista de centra en continuar con el diálogo con esa "sociedad civil", intensificar la organización autónoma de las comunidades zapatistas, y resistir. Tal vez la actividad de mayor impacto fuese "La Otra Campaña", donde el esfuerzo zapatista (sumado al fraude electoral mexicano) prácticamente le arrebató el triunfo al PRD y a López Obrador. Se pudiera decir que la traición del PRD en el 2000 tuvo una (in)esperada revancha. Y eso difícilmente se lo podrán perdonar los políticos de "izquierda" (bien entre comillas) al EZLN.

La organización popular ha logrado asumir "juntas de buen gobierno" en los municipios autónomos, con las que las comunidades zapatistas asumen la necesidad de generar embriones de poder popular (como les diríamos nosotros en Chile), ejerciendo autonomía frente al "mal gobierno" que cerró las puertas a sus demandas.

Cada vez que las comunidades zapatistas proponen y llevan a cabo encuentros como el de este fin de 2007, la fuerza militar y, sobre todo, paramilitar instalada en Chiapas hace su violenta aparición con quema de casas y a veces de comunidades completas, secuestro de mujeres, ancianos y niños, destrucción de cosechas y saqueo de ganado, y un largo y tormentoso etcétera.

Este fin de año no fue la excepción. Desde pocos días antes del encuentro en La Garrucha, otros caracoles y algunas comunidades zapatistas vienen sufriendo de los hostigamientos de grupos indígenas del PRI y de la agrupación paramilitar OPDDIC. Por ello, el mismo 1º de enero en la mañana salió desde La Garrucha un grupo de observación internacional (compuesto principalmente por jóvenes participantes del encuentro), quienes se trasladaron al caracol de Palenque, como forma de aminorar la represión.

En el ánimo y los discursos zapatistas se hizo permanente referencia a la necesidad de organizar la solidaridad nacional e internacional para este período, habida cuenta de los avances organizativos y de maduración política del proceso, y de la contraofensiva que se les viene encima. Nuevamente citando al Subco., es el momento de sacar cuentas, ver de qué lado nos late el corazón, y actuar.

Como dicen los combatientes zapatistas, la noche nunca es más oscura que cuando está a punto de amanecer.


Para un relato más detallado del encuentro mismo, ver: http://www.narconews.com/Issue49/articulo2960.html

Sobre la Comandanta Ramona, ver: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=25243

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