La interrupción de un período de gobierno elegido democráticamente, vulnerando la legitimidad institucional establecida, es un golpe de Estado hoy y siempre.
A la luz de la historia latinoamericana de los últimos cincuenta años, ha quedado demostrado que ninguna solución es posible atentando contra la voluntad popular expresada a través de elecciones libres y democráticas.
Expresamos nuestra profunda preocupación por la interrupción del mandato del presidente Manuel Zelaya, la censura a los medios de comunicación, las restricciones impuestas a las libertades individuales del pueblo hondureño y la represión brutal a los ciudadanos que se manifiestan en contra del golpe de Estado.
Reclamamos la pronta restitución del gobierno legítimo por parte de quienes han usurpado sus funciones y desoyen aún los contundentes llamados internacionales de gobiernos y organizaciones internacionales para la restauración de la democracia.
A la luz de la historia latinoamericana de los últimos cincuenta años, ha quedado demostrado que ninguna solución es posible atentando contra la voluntad popular expresada a través de elecciones libres y democráticas.
Expresamos nuestra profunda preocupación por la interrupción del mandato del presidente Manuel Zelaya, la censura a los medios de comunicación, las restricciones impuestas a las libertades individuales del pueblo hondureño y la represión brutal a los ciudadanos que se manifiestan en contra del golpe de Estado.
Reclamamos la pronta restitución del gobierno legítimo por parte de quienes han usurpado sus funciones y desoyen aún los contundentes llamados internacionales de gobiernos y organizaciones internacionales para la restauración de la democracia.
Memoria Abierta, Acción Coordinada de Organizaciones de Derechos Humanos
Buenos Aires, 6 de julio de 2009
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